Herbert Rösler era artista autodidacta que nació el 15 de junio de 1924, en Stuttgart-Oeste, y era el menor de tres hermanos. Después de un aprendizaje negocios, se trasladó a África cuando tenía 18 años como voluntario en la guerra. Sin embargo, Herbert Rösler descubrió que era un pacifista genuino. Durante su cautiverio, trabajó como registrador y recogedor de algodón, donde escribió sus primeros versos líricos y dibujó sus primeros bocetos. Después de la guerra, originalmente quería estudiar con el profesor Willi Baumeister, pero sus previas condiciones de vida no le permitieron hacerlo. Entonces, empezó a ganar dinero con pinturas de carteles de películas y publicitarios. Alrededor de 1959, se trasladó con su joven esposa y sus dos hijos a Colonia donde se convirtió en el jefe de decoración de la compañía discográfica Elektrola (EMI).
Organizó el Festival de Wagner, la Semana Bach en Ansbach, entre otros. Al cabo de unos años, se hizo cargo de la gestión de un plan de estudios para la fotografía publicitaria.
Tuvo un derrame cerebral relativamente joven, lo que lo obligó a vender el Estudio Mayor en Westag. Después de su recuperación, trabajó como diseñador gráfico freelance para varias empresas en Colonia, como el perfume Colonia, el Grupo Gerling, la ciudad de Colonia, el zoológico de Colonia, etc.
En 1968, su vida cambió drásticamente por una experiencia seria, espiritual. Luego fundó el \\\\\\\\\\\\\\\"Grupo 91\\\\\\\\\\\\\\\". En 1983, Rösler tuvo un grave accidente de coche con una parte del grupo 91. Esto le costó el 90% de su vista. Desde entonces, Herbert Rösler llevaba gafas oscuras. El estilo de arte de Rösler, que en realidad incluye la pintura, el grabado, la escultura, la arquitectura, el diseño de joyas, muebles, poesía, prosa y música, se llama \\\\\\\\\\\\\\\"Hadash\\\\\\\\\\\\\\\", que significa \\\\\\\\\\\\\\\"nuevo\\\\\\\\\\\\\\\" en hebreo. El lema de Rösler y del grupo de 91 fue y es \\\\\\\\\\\\\\\"para un nuevo mundo\\\\\\\\\\\\\\\". Herbert Rösler murió el 11 de noviembre de 2006 en Tubinga a la edad de 82 años con las palabras \\\\\\\\\\\\\\\"Todo está bien\\\\\\\\\\\\\\\" y dejó a sus amigos del grupo 91 y a su cónyuge un tesoro artístico gigantesco.
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