Caravaggio (nacido Michelangelo Merisi) nació el 29 de septiembre de 1571 en Milán. Fue un maestro italiano del primer barroco.
Desde joven mostró gran interés por la pintura. En 1584 comenzó su formación artística con el célebre pintor Simone Peterzano en Milán. En 1592 se trasladó a Roma, donde tuvo que enfrentarse a la pobreza y a la falta de reconocimiento. Su carrera cambió cuando captó la atención de un poderoso mecenas. El apoyo del cardenal Francesco del Monte lo introdujo en círculos sociales elevados y le trajo numerosos encargos.
Posteriormente recibió su primer gran encargo público: tres pinturas históricas para la Capilla Contarelli en “San Luigi dei Francesi”. Las obras impresionaron al público y lo hicieron famoso.
Sus temas preferidos eran los escenarios bíblicos realistas y los jóvenes bellos. Caravaggio provocaba a la Iglesia y al público con un estilo crudo y directo, iluminado por una luz intensa sobre fondos oscuros.
Caravaggio empleaba una técnica especial: el claroscuro tenebrista (ital. Tenebroso), con fuertes contrastes que daban dramatismo y profundidad a sus escenas.
Entre las obras más conocidas de Caravaggio destacan: “Narciso” (1596/97), “El Amor victorioso” (1602), “La incredulidad de Santo Tomás” (1603), “San Jerónimo” (1606).
Caravaggio fue una figura polémica, famoso y talentoso, pero también violento y con frecuentes arrebatos. Llevó una vida agitada y estuvo a menudo huyendo: en Nápoles, Malta y Sicilia.
Muchas leyendas sobre Caravaggio siguen vivas hoy en día. Llevó una vida apasionada y a menudo fuera de la ley, y murió con solo 38 años en Porto Ercole, el 18 de julio de 1610.