Edvard Munch ( * 1863 † 1944 )

Autorretrato de Edvard Munch

 

"El grito" se considera la primera obra expresionista y es una de las más famosas creaciones del renombrado artista noruego. Influenciado por la prematura muerte de su madre y hermana, Edvard Munch se sintió atraído por plasmar las emociones humanas más profundas, como la soledad y el amor, así como su preocupación por la muerte. En sus pinturas, idealizó el alma humana y desarrolló su propio simbolismo. Durante su tiempo en Francia y Alemania, entabló amistades con intelectuales, incluyendo a Friedrich Nietzsche, a quien retrató.

Su primera exposición en Berlín fue un escándalo y se clausuró después de solo 7 días, lo que lo catapultó a la fama de la noche a la mañana. Munch experimentó con la pintura y la impresión. En Berlín, comenzó con grabados y litografías, mientras que en París, creó sus primeras xilografías, así como carteles e ilustraciones. Después de algunos años, en 1909, Edvard Munch regresó definitivamente a su querida Noruega. Allí pintó "El Sol", "Historia" y "Alma Mater" como decoraciones para la Universidad de Oslo. Optó por llevar una vida retirada y se estableció en su granja en Ekely.

A través de sus pinturas, Edvard Munch canalizaba sus sentimientos y otorgaba un significado personal a su vida, explorando las profundidades del alma humana y dejando un legado perdurable en el mundo del arte.

Reproducciones impresas o pintadas por Edvard Munch
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