Bartolomé Esteban Perez Murillo ( * 1618 † 1682 )

Autorretrato de Bartolomé Esteban Perez Murillo

Murillo: Luz Divina a través de los Pinceles de un Artista Sevillano

 

Bartolomé Esteban Pérez Murillo, nacido el 1 de enero de 1618 en Sevilla, en una familia humilde con un padre que trabajaba como barbero, enfrentó desde joven las duras realidades de la vida al perder a sus padres a temprana edad. Criado junto a su hermana, descubrió su amor y talento por el arte en las vibrantes y coloridas calles de Sevilla, donde aprendió a dibujar y pintar. Aunque sus primeras obras consistían en pinturas relativamente asequibles de cuentos de hadas, evolucionó hasta convertirse en un artista reconocido por sus representaciones profundamente emocionales y espirituales del cristianismo.

Un punto de inflexión importante en su carrera artística llegó en 1660, cuando fundó la Academia de Bellas Artes de Sevilla, mostrando no solo su pasión por el arte, sino también su compromiso con la educación artística y la comunidad. En 1664, la tragedia marcó su camino con la muerte de su amada esposa, un acontecimiento que lo sumió en una profunda tristeza, llevándolo a retirarse temporalmente de la pintura. Buscando consuelo, se refugió con sus hijos en un convento de los Capuchinos. En este entorno, creó posteriormente algunas de sus obras religiosas más notables, incluidos retablos para el Augusterkloster, Santa María La Blanca y el Hospital de los Venerables Sacerdotes.

Murillo, tras una vida dedicada al arte, la espiritualidad y la familia, falleció el 3 de abril de 1682 a la edad de 64 años. Su legado perdura a través de sus conmovedoras e icónicas obras, que continúan tocando los corazones y las mentes de los amantes del arte en todo el mundo, consolidando su nombre como una figura inmortal en el mundo del arte religioso y barroco.

Todas las imágenes de Bartolomé Esteban Perez Murillo

ir al principio de la página